In ancient Egypt, scents were considered to be the breath of the gods themselves, bridging the mortal and divine worlds. Perfumes and incense were not merely sensory pleasures but spiritual tools to communicate with deities and purify the soul. The Egyptians believed that offering perfumes was a way to honor the gods, often burning sacred incense during rituals to create an atmosphere that invited divine presence.
In the Coffin Texts,it is written:“I am pure, I am pure, I am pure,”a recurring affirmation of the priest’s purity before approaching the gods. This purity was often achieved through the use of sacred oils and incense that cleansed the space and the person offering the ritual. Frankincense and myrrh were central to these rites, not only for their pleasing aroma but for their protective qualities. They were burned at the altars of temples to create a link between the earthly and the divine realms.
As the Pyramid Texts recount ,, se creía que el alma del difunto ascendía al más allá en el humo del olíbano, considerado «el sudor de los dioses«. A través de la ofrenda de estos aromas sagrados, los egipcios creían que podían ayudar al difunto a convertirse en uno con los dioses en el más allá.
Momificación y el Más Allá
La momificación era una de las prácticas más sagradas en el antiguo Egipto, y las sustancias aromáticas estaban en el corazón de este proceso. El cuerpo era lavado con vino de palma y embalado con resinas como la mirra y la casia para purificarlo y preservarlo, asegurando el viaje del alma hacia el más allá. La presencia de estos aceites no solo prevenía la descomposición; también simbolizaba la vida eterna, protegiendo el cuerpo para que el alma pudiera navegar por el peligroso inframundo.
En El Libro de los Muertos, se dice: “Anubis unge tu cuerpo con resina, el gran y buen aceite que se fabrica en los lugares sagrados.” Se creía que esta unción otorgaba protección divina al difunto. Las resinas utilizadas no solo eran conservantes físicos, sino guardianes espirituales, asegurando que el alma estuviera a salvo mientras viajaba por el más allá y llegaba al Salón del Juicio, donde su corazón sería pesado contra la pluma de Ma’at.
El uso de mirra y otras resinas sagradas para el embalsamamiento también tenía un profundo significado esotérico. La Mirra, asociada con la diosa Isis, simbolizaba las fuerzas del renacimiento y la resurrección. Su papel en la momificación era esencial para garantizar la preservación del cuerpo y la seguridad del renacimiento del espíritu en el más allá.
La Perfumiería como un Arte Sagrado
Los egipcios perfeccionaron el arte de la perfumería, considerándola una ciencia sagrada. No solo se usaban perfumes para ungir tanto a los vivos como a los muertos, sino que también se aplicaban a las estatuas de los dioses para llenarlas de esencia divina. Los templos se convertían en santuarios impregnados de fragancias, donde los sacerdotes mezclaban cuidadosamente fragancias que coincidían con las personalidades de los dioses a los que adoraban. Uno de los perfumes más famosos, Los Siete Aceites Sagrados, era una parte esencial de las ceremonias religiosas y reales.
El Tablón de Ofrenda de los Siete Aceites Sagrados, un artefacto notable del antiguo Egipto, ilustra el profundo significado de estos aceites en la vida ritual egipcia. Conservado en el World Museum de Liverpool, este tablón detalla los aceites específicos ofrecidos a los dioses, cada uno representando un aspecto espiritual de la energía divina. Estos aceites no eran meras ofrendas, sino que se consideraban cruciales para mantener el favor de los dioses y el equilibrio cósmico.
En las artes del templo, la práctica de la perfumería estaba profundamente entrelazada con el ka, la esencia vital o fuerza de vida. Todo ser vivo y deidad poseía un ka, y mantener su fuerza era crucial para la armonía del universo. Se creía que los aceites sagrados contenían el ka de las plantas y resinas de las que se derivaban. Cuando estos perfumes se ofrecían a los dioses, no solo era un gesto de devoción, sino una transferencia de fuerza vital, nutriendo el ka de los dioses.
Los hierofantes, responsables de los rituales del templo, desempeñaban un papel clave en este proceso. Preparaban cuidadosamente estos perfumes sagrados, asegurando que las ofrendas estuvieran impregnadas de energía divina. Al ofrecer estos aceites y quemar incienso, podían activar el ka divino, dando vida a las estatuas de los dioses y asegurando que el templo siguiera siendo un lugar donde mortales y dioses pudieran comunicarse. A través de estas prácticas, los perfumes se convertían en recipientes de energía divina, permitiendo a los egipcios mantener el equilibrio entre los reinos material y espiritual.
Kyphi: Incienso Sagrado y Camino hacia los Dioses
Uno de los inciensos egipcios más renombrados fue el Kyphi, una mezcla cuya fórmula era tan sagrada que su preparación a menudo estaba inscrita en las paredes de los templos. Kyphi se quemaba por la noche, llenando el templo con un aroma rico y meditativo. Se creía que calmaba el espíritu y purificaba tanto el templo como a sus habitantes.
En El Libro de los Muertos, se dice: “El incienso asciende al cielo, su fragancia llega a las narices de los dioses, que se complacen y otorgan favor al suplicante.” El papel de Kyphi como un auxiliar espiritual, así como un medicamento, destaca la doble naturaleza de los aromas en la vida egipcia: eran tanto prácticos como profundamente simbólicos, sirviendo para curar y elevar el alma hacia lo divino.
Conclusión
En el antiguo Egipto, los perfumes y las resinas desempeñaron un papel central tanto en los rituales sagrados como en la vida cotidiana. Utilizados en los ritos del templo y en las prácticas funerarias, estas sustancias eran vitales para mantener la pureza, proteger el alma y comunicarse con lo divino. Más allá de su importancia espiritual, también eran apreciados por los faraones y la élite como símbolos de estatus y se creía que poseían poderosas propiedades medicinales, utilizadas para tratar dolencias como inflamaciones e infecciones.
Entre las sustancias aromáticas más veneradas estaban el olíbano, la mirra y el kyphi, junto con una gran variedad de plantas como el loto azul, la madera de cedro, la casia y el espicanardo. Estas plantas y resinas eran esenciales en la perfumería, la medicina y los rituales religiosos, y se creía que cada una poseía tanto propiedades curativas físicas como poder espiritual. El comercio de estas sustancias sagradas también tenía un inmenso valor económico, contribuyendo a la riqueza de Egipto a través del comercio internacional. De esta manera, los perfumes sagrados en el antiguo Egipto unían lo sensorial con lo espiritual, teniendo una importancia tanto en las esferas religiosa y medicinal como en la comercial.
Plantas aromáticas utilizadas en el antiguo Egipto
1. Olíbano (Boswellia sacra)
Usado extensamente en los rituales del templo y en la momificación, el olíbano se quemaba como incienso para purificar los altares y honrar a los dioses. También se utilizaba como ofrenda y por sus cualidades conservantes en el embalsamamiento.
Referencia: “Tu fragancia es la fragancia de los dioses; tu incienso es el incienso del dios.”
Textos de las Pirámides, Conjuro 273-274
2. Mirra (Commiphora myrrha)
La mirra fue una de las resinas más importantes en el antiguo Egipto. Se utilizaba en la momificación por sus propiedades conservantes, así como en rituales para purificar tanto a los vivos como a los muertos. También se creía que tenía propiedades curativas para las heridas y a veces se mezclaba con vino con fines medicinales.
Referencia: “Anubis unge tu cuerpo con resina, el gran y buen aceite hecho en los lugares sagrados.”
- Libro de los Muertos, Capítulo 151
3. Sándalo (Santalum album)
Utilizado históricamente en rituales de purificación espiritual, el sándalo se quemaba en los templos para limpiar y santificar los espacios sagrados. También se utilizaba en perfumes para ceremonias religiosas.
Referencia: “La madera sagrada se quema para limpiar el templo y llamar la presencia de los dioses.”
- Inscripción del Templo de Edfu
4. Espicanardo (Nardostachys jatamansi)
Importado de tierras distantes y utilizado en ceremonias religiosas y embalsamamiento por su fragancia. Muy valorado por sus efectos calmantes, el espicanardo se usaba en ceremonias espirituales para inducir tranquilidad y en la preparación de los ritos funerarios.
Referencia: “Con espicanardo de las tierras de Punt, purificamos y ungimos los cuerpos.”
- Inscripción del Templo de Philae
5. Rosa (Rosa damascena)
Las rosas se utilizaban en perfumes y cosméticos, especialmente entre la élite. Conocida por su fragancia suave, la rosa se empleaba en rituales relacionados con el amor y la sanación emocional.
6. Azafrán (Crocus sativus)
El azafrán se usaba principalmente como tinte y como un artículo de lujo raro en cosmética y perfumería. Su color vibrante y su rica fragancia lo convirtieron en un bien muy valorado por la élite, simbolizando el lujo y la divinidad.
7. Loto azul (Nymphaea caerulea)
La flor del loto azul tenía un fuerte significado simbólico y espiritual. Se utilizaba en rituales religiosos por sus efectos eufóricos e intoxicantes y se asociaba con los dioses, particularmente como símbolo de renacimiento.
Referencia: “Soy este loto puro que salió del sol, creciendo en el Campo de Juncos.”
- Libro de los Muertos, Capítulo 81b
8. Madera de cedro (Cedrus libani)
Utilizada en la momificación por sus propiedades conservantes, el aceite de madera de cedro también se quemaba como incienso en los templos para purificar el ambiente. Los egipcios importaban la madera de cedro desde el Líbano, lo que la convertía en un valioso bien de comercio.
Referencia:“Serás embalsamado con aceite de cedro para preservar tu forma.”
- ,, Conjuro 607
9. Canela (Cinnamomum verum)
Importada de tierras distantes, la canela se utilizaba como ofrenda a los dioses y en el proceso de embalsamamiento debido a sus propiedades antimicrobianas. Su fragancia cálida la hacía un componente clave tanto en contextos religiosos como medicinales.
Referencia: “La corteza de canela, cuando se quema, limpia el aire y purifica los espacios de ofrendas.”
- Papiro Ebers, Columna 48
10. Enebro (Juniperus communis)
Las bayas de enebro se utilizaban en el embalsamamiento y como parte de rituales de purificación. El aceite de enebro también se empleaba en ceremonias religiosas y su madera se quemaba para purificar el aire.
Referencia: “Las bayas de enebro se trituran y se colocan con los órganos para preservarlos de la descomposición.”
- Papiro Ebers, Columna 63
11. Cardamomo (Elettaria cardamomum)
Aunque no está tan ampliamente documentado en el antiguo Egipto, el cardamomo probablemente se utilizaba como parte de la perfumería o como una especia de lujo por sus cualidades aromáticas.
12. Lábdano (Cistus ladanifer)
La resina de lábdano se utilizaba en perfumes e incienso en el antiguo Egipto. Era muy valorada por su fragancia almizclada y también se creía que tenía propiedades protectoras y medicinales.
Referencia: “La resina de lábdano se quema para agradar a los dioses y purificar el espacio sagrado.”
- Inscripción del Templo de Karnak
13. Bálsamo de Galaad (Commiphora opobalsamum)
Una resina muy apreciada por sus propiedades curativas y calmantes, el bálsamo de Galaad se utilizaba en el embalsamamiento, en rituales religiosos y en aplicaciones medicinales para heridas e inflamaciones.
Referencia: “El bálsamo de Galaad se aplica para calmar la piel y sanar las heridas abiertas.”
- Papiro Ebers, Columna 75
14. Opopanax (Commiphora guidottii)
Conocido por su rico y terroso aroma, el opopanax se usaba en incienso y perfumes, así como por sus posibles propiedades curativas para tratar dolores musculares e infecciones.
Referencia: “La rica fragancia del opopanax limpia el aire y ahuyenta a los espíritus malignos.”
- Inscripción del Templo de Dendera
15. Gálbano (Ferula gummosa)
El gálbano se utilizaba como base para incienso y perfumes, valorado por su fragancia terrosa. Se creía que tenía cualidades protectoras y también se usaba en la curación de heridas.
Referencia: “El incienso sagrado de gálbano se quemará para alejar el mal y purificar el templo.”
- Fórmula del Incienso Kyphi, Templo de Edfu
16. Benjuí (Styrax benzoin)
El benjuí se utilizaba en incienso por su dulce fragancia a vainilla. Se empleaba en los rituales del templo y posiblemente en algunos procesos de embalsamamiento.
Referencia: “El benjuí tiene un olor dulce, como la miel, y se ofrecerá a los dioses como parte de la mezcla sagrada.”
- Inscripción del Templo de Karnak
17. Estoraque (Liquidambar orientalis)
Usado en incienso, el estoraque era valorado por su fragancia balsámica y resinosa. Se creía que purificaba los espacios y se quemaba con frecuencia durante ceremonias religiosas.
Referencia: “La resina de estoraque se quema para santificar el templo y agradar a los dioses.”
- Inscripción del Templo de Dendera
18. Raíz de iris (Iris germanica)
La raíz de iris era muy apreciada en la perfumería del antiguo Egipto. Su fragancia, similar a las violetas, la convertía en un ingrediente clave en muchos perfumes y cosméticos utilizados por la realeza.
Referencia: Se encontró en tumbas reales y se utilizaba en perfumes. Se menciona en los registros de la Tumba de Tutankamón.
19. Almendras amargas (Prunus dulcis)
El aceite de almendras amargas se utilizaba en cosméticos y cuidado de la piel. Era apreciado por sus propiedades hidratantes.
20. Moringa (Moringa oleifera)
El aceite de moringa, conocido como «aceite de ben», era valorado por su larga vida útil y sus propiedades hidratantes, lo que lo hacía útil en cosméticos.
21. Aceite de ricino (Ricinus communis)
El aceite de ricino era un producto básico en el cuidado de la piel del antiguo Egipto. Se usaba para proteger la piel del ambiente hostil del desierto y también como laxante.
22. Cilantro (Coriandrum sativum)
Las semillas de cilantro se utilizaban como especia y también se incluían en algunas preparaciones medicinales como ayuda digestiva.
Referencia: “Las semillas de cilantro se trituran y se preparan en vino para calmar el estómago.”
- Papiro Ebers, Columna 36
23. Fenogreco (Trigonella foenum-graecum)
El fenogreco se utilizaba en el antiguo Egipto por sus propiedades medicinales, particularmente en el tratamiento de problemas digestivos y posiblemente para el cuidado de la piel.
Referencia: “Las semillas de fenogreco se muelen para reducir la hinchazón y tratar la inflamación de la piel.”
- Papiro Ebers, Columna 55
24. Almizcle (Pistacia lentiscus)
La resina de almizcle se utilizaba en incienso y posiblemente en la medicina. Sus propiedades antimicrobianas la hacían útil para la curación de heridas y como conservante en el embalsamamiento.
25. Mejorana (Origanum majorana)
Usada en perfumes e incienso, la mejorana era valorada por su agradable aroma y posiblemente se utilizaba en algunos remedios curativos.
26. Tomillo (Thymus vulgaris)
El tomillo se utilizaba en el embalsamamiento y como conservante debido a sus propiedades antisépticas. También se incluía en el incienso para la purificación.
Referencia: “El tomillo se usa para preservar el cuerpo y prevenir la descomposición.”
- Papiro Ebers, Columna 84
27. Anís (Pimpinella anisum)
El anís se utilizaba en perfumes y en remedios medicinales. Su dulce fragancia era apreciada en las ofrendas religiosas y ceremonias.
28. Cebolla (Allium cepa)
Las cebollas se utilizaban en contextos medicinales y rituales. Se creía que protegían contra las enfermedades y los espíritus malignos y a menudo se colocaban en las tumbas como ofrendas.
29. Ajo (Allium sativum)
El ajo era valorado por sus propiedades protectoras. Se usaba medicinalmente para evitar enfermedades y también tenía un significado espiritual como protector contra fuerzas malignas.