Aceite de Jojoba

La Jojoba (Simmondsia chinensis) es un arbusto de la familia de los Simmondsiaceae al cual le gustan los climas áridos semi desérticos de Sudamérica. Con su follaje persistente y su altura de 2 a 3 metros, la Jojoba tiene una apariencia similar al olivo. Sus largas raíces de hasta 30 metros de largo le permiten extraer un máximo de humedad del suelo, por lo tanto la Jojoba no le teme ni al calor ni a la sequía. También puede resistir el frío de hasta 0 y 5 grados en las noches y vive un promedio de 100 y 200 años. El arbusto produce grandes semillas de 1,5 a 4cm de largo de las cuales se extrae el aceite mediante un proceso de prensa en frío. Por su composición química que incluye una gran mayoría de esteres de ácidos grasos, el aceite de Jojoba es en realidad una cera vegetal. Por esta misma composición química, la cera líquida de la Jojoba se asemeja mucho al sebo humano y por lo tanto es de gran uso en la industria cosmética. Tiene propiedades sebo-reguladoras, es un protector cutáneo y es excelente para el cuidado del cabello. Es un aceite ideal para la dilución de los aceites esenciales porque tiene la propiedad de ser absorbido muy rápido por la piel, sin dejar ningún olor residual o sensación grasosa.

• Seboregulador
• Hidratante
• Protector cutáneo
• Previene la caspa
• Regenera y protege el cabello
• Ideal para el cabello grasoso por sus propiedades seboreguladoras
• Disminuye el envejecimiento de la piel
• Mejora la elasticidad de la piel
• Estimula la regeneración celular
• Ayuda la cicatrización
• Filtro solar natural (no reemplaza el bloqueador solar)
• Muy estable, no se enrancia rápido

• Ácido gadoleico – 70 %
• Ácido erúcico – 15%
• Ácido oleico – 10%
• Ceramidas
• Lípidos insaponificables